Diciembre ya está a la vuelta de la esquina y yo amo con todo mi corazón todo lo que tenga que ver con Navidad. Amo las decoraciones, la comida, la música, ¡todo! Pero la mejor parte de estar en Alemania durante noviembre y diciembre es definitivamente el mercado navideño, Weihnachtsmarkt o Christkindlmarkt.
Este mercado dura las cuatro semanas de adviento y vende de todo: comida, bebidas, almendras y nueces tostadas, crepas, cascanueces, velas y otros productos de temporada.
En Alemania, además, venden la maravillosa Bratwurst, salchicha asada, el Glühwein, ponche alemán con base de vino tinto, y el vino de manzana, entre otros.
El mercado navideño nació allá por la Edad Media en el Sacro Imperio Romano Germánico. En aquellas épocas organizaban ferias para vender todo lo que los pobladores pudieran necesitar durante la temporada de frío. Eventualmente se añadieron panaderos y jugueteros al repertorio, así como los castañeros, que venden felicidad en forma de castañas asadas.
La mejor hora para visitar el mercado es en la tarde noche, pues todas las luces y focos se encienden. El asunto es que la calidad de mis fotos es limitada gracias a que son tomadas con mi teléfono celular, por lo que la mayoría las tomé de día.
Los mercados navideños son toda una tradición en Europa. Los más grandes son muy famosos y todos esperamos con ansias su llegada. Como yo vivo en una ciudad pequeña, nuestro mercado tampoco es muy grande, pero eso no le quita lo bello.