Descubriendo Alemania: Hannover & Oldenburg

Hace aproximadamente un mes, una amiga me llamó por teléfono con un dilema. En Europa se celebra la fiesta del Pentecostés, que en este caso fue el lunes 29 de mayo. En pocas palabras, nos dieron el día. El caso es que ella quería salir de fin de semana. No podía ser muy lejos porque el mes pasado nos fuimos a París y salir a una ciudad grande y cara con tan poco tiempo de planeación saldría demasiado caro.

Después de pensarla unos días, me llamó de nuevo para recordarme una de las ventajas de ser estudiante universitaria en Alemania: viajar en tren por el estado (Baja Sajonia) sale gratis. Al plan se unió una amiga italiana.

Cuatro días, cuatro ciudades, muchas fotos y mucha comida; he aquí un recuento de nuestro fin de semana.

Hannover

Hannover no me es una ciudad desconocida. En repetidas ocasiones he buscado cualquier pretexto para subirme al tren e ir a visitar museos, amigos o simplemente entrar a todas las tiendas para ver cosas que no pienso comprar.

Herrenhausen es un conjunto de tres jardines diferentes: el Großer Garten (Gran Jardín), el Berggarten (Jardín de la Montaña) y el Georgengarten (Jardín de George).

El Großer Garten es un jardín barroco, creado por Sofía de Hannover (1630-1714). Aunque la idea de los jardines surgió en 1666, ella fue la que más dedicó al diseño y mantenimiento de estos, supervisándolos celosamente desde 1680 hasta 1714.

El Georgengarten está diseñado según el estilo de paisaje inglés y fue pensado desde su inicio como parque público. Nosotras no lo vimos.

El Berggarten originalmente fue una plantación de árboles de mora para el príncipe elector. Hoy en día es un jardín botánico famoso por su colección de orquídeas.

Oldenburg

Oldenburg es una ciudad en el estado de Baja Sajonia situada en los ríos Haare y Hunte, y entre las ciudades de Groningen (Países Bajos) y Bremen.

El Oldenburgisches Staatstheater (Teatro del Estado) abrió sus puertas en 1833. La estructura de madera fue construida por Herman Wilhelm Much, el teatro en sí fue fundado y dirigido por primera vez por Carl Christian Ludwig Staklof.

En 1881, se trasladó a un edificio de piedra diseñado por el arquitecto Gerhard Schnitger. Se quemó en 1891, pero fue reconstruido y reabierto en 1893. Dentro de sus tres «casas», uno puede encontrarse con una ópera, un ballet, una obra o un concierto.

El Castillo de Oldenburg fue la residencia del Conde, Duque y Gran Duque de Oldenburg, de 1667 a 1785, 1785 a 1815 y 1815 a 1918, respectivamente. Hoy en día es la casa del Landesmuseum für Kunst und Kulturgeschichte (Museo de Arte e Historia Cultural).

El centro de la ciudad es principalmente una zona peatonal llena de cafés, tiendas y restaurantes. Al llegar, nos encontramos con un mercado enorme repleto de gente comprando cosas, cantando con un coro o probando café bio.

Algunos de ustedes probablemente ya saben que los alemanes están obsesionados con las cosas bio, es decir orgánicas, saludables y, en ocasiones, ridículamente caras. Los productos bio están marcados por una pequeña hojita verde.

Y hablando de verde, aquí una foto linda del mercado:

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