Este mes, Disney estrena la película El libro de la selva, una adaptación de la película animada de 1967. No sé en qué momento Disney decidió relanzar sus películas clásicas, pero después de Maléfica, que odié con intensidad, y Cenicienta, que me gustó bastante, estoy lista para El libro de la selva y para La Bella y la Bestia, que se estrena el próximo año.
Los libros de la selva, de Rudyard Kipling, lo conseguí en agosto del año pasado, y por una cosa o por otra, no lo había leído. Entonces vi el trailer de la nueva película y, además de disfrutar tremendamente la música y volver a ver la película original, decidí leer el libro.
Yo crecí viendo cualquier cantidad de películas de El libro de la selva, fueran o no de Disney, animadas o con actores reales, y todas contaban más o menos la misma historia: Mowgli es un niño adoptado por lobos, que crece dentro de la selva, pero que debe volver a vivir con los humanos porque Shere Khan, el tigre, ha regresado y se lo quiere comer.
Cuando compré el libro, me llamó la atención que el título decía «los libros» en lugar de «el libro» y, para mi sorpresa, no era una historia, sino muchas. Resulta que Rudyard Kipling publicó El libro de la selva en 1894 y El segundo libro de la selva al año siguiente, y la versión que yo tengo, contiene ambos.
Los cuentos no están en orden cronológico y no todos hablan de los mismos personajes, pero todos tienen una moraleja y un texto al final que puede ser un poema, una canción o una leyenda. Hay ocho historias con Mowgli como personaje principal, mientras que casi todas las demás son protagonizadas por animales.
En general, el libro me gustó bastante, aunque sí hubo algunas (no muchas) historias que sentí más bien lentas. Las de Mowgli son definitivamente las más interesantes, pues permiten ver su evolución a través de los años; el Mowgli de los últimos capítulos es muy diferente del Mowgli del principio. Al inicio del libro, es parecido al Mowgli que retrató Disney, sus experiencias dentro y fuera de la jungla, lo vuelven mucho más serio, calculado e incluso cruel. Otros personajes que me llamaron la atención fueron Baloo y Bagheera; mientras que en la película Baloo es el relajado que sólo busca «lo más vital nomás» y Bagheera el responsable, en el libro Baloo es el maestro de la selva, responsable, serio y estricto, Bagheera, por otra parte, es mucho más impulsivo, fuerte y consentidor.
En fin, fue una buena lectura y se la recomiendo a todos aquellos que disfrutan de un libro de aventuras, de relatos cortos y de clásicos de la literatura.
