La mansión (Howards End), de E.M. Forster
Yo no tenía planeado leer este libro; es más, ni siquiera había escuchado de él. Nunca había leído a E.M. Forster, pero sabía de sus otras novelas, Pasaje a la India y Una habitación con vistas. Leí este libro porque estaba al principio de la lista de lectura de mi clase de literatura del siglo XX, no por otra cosa.
Howards End o La mansión, es la historia de tres familias: los Wilcox, las Schlegel y los Bast. Helen Schlegel, la menor de las Schlegel, se compromete con Paul Wilcox, el segundo hijo de los Wilcox, sólo para romper el compromiso al día siguiente de haberlo hecho. Ambas familias asumen que no se van a volver a ver nunca y deciden que es lo mejor, pues no podrían ser más diferentes. Las hermanas Schlegel son cultas, intelectuales y modernas, mientras que los Wilcox son tradicionalistas, materialistas y muy, muy conservadores. Más adelante, las Schlegel conocen a Leonard Bast, un hombre de clase baja que aspira a mejores cosas. Para sorpresa de todos, los Wilcox dejan su mansión en el campo, Howards End, y se mudan a Londres, convirtiéndose en vecinos de las Schlegel. A partir de ese momento y durante los siguientes años, los caminos de las tres familias se cruzan constantemente, las influencias van y vienen, y la vida los lleva a lugares inesperados.
Esta fue una de las lecturas más amenas de este año. Escrito de manera ágil y entretenida, presenta la vida en el Londres de la Época Eduardiana (1901 a 1910) como realmente era. Es un libro que refleja lo mucho que le dedicó el autor al estudio de la época y de las condiciones sociales en las que se vivía, pero no se siente como una novela filosófica pesada.
Al terminar este libro entendí por qué la gente lo considera la obra maestra de Forster. Eso sí, tendré que leer sus otras novelas para comprobarlo ;). Recomendado para todos aquellos que disfrutan un buen clásico o que, como yo, son fans de la literatura del Siglo XX.
