La saga de Crepúsculo es una serie de cuatro libros que debutó en el 2005. Escrita por la autora estadounidense, Stephenie Meyer, es una novela juvenil que narra la historia de una joven adolescente y un misterioso y guapo vampiro.
Sobre Crepúsculo
En caso de que no hayan leído ninguno de los cuatro libros, ni visto ninguna de las cinco películas, ni hayan tenido ningún tipo de contacto con ninguna reseña o resumen en los 14 años desde la publicación del primer libro, he aquí una breve sinopsis:
Luego de que su madre se vuelve a casar y se muda a otro estado, Bella Swan, una adolescente un poco torpe e insegura, se muda a Forks, Washington, para vivir con su papá. Es tu “chica normal”: su piel es pálida, su cabello es café, le gustan los libros viejos y es introvertida. ¡Para identificarnos con ella! Y no solo eso, Bella es nueva en la escuela, lo cual la hace la más popular. Todas las chicas quieren conocerla (algunas incluso ya la odian) y todos los chicos quieren salir con ella. Pero ella enfoca su atención en el misterio de Edward Cullen. Él tiene todo lo que ella no: es guapísimo, tiene una familia rica y atractiva, saca excelentes notas sin esfuerzo alguno y maneja un buen coche. Pero Edward no es quien aparenta, él y su familia ocultan un secreto: todos son vampiros. Eso sí, son vampiros “vegetarianos”, lo cual quiere decir que no consumen sangre humana. A pesar de sus obvias diferencias y del peligro que él siendo vampiro representa para ella, comienzan a pasar tiempo juntos y se enamoran profundamente. Pero su tranquilidad no dura mucho tiempo. Un grupo de vampiros han estado matando gente inocente en la región y ahora están tras Bella, por lo que ella y sus nuevos amigos sobrenaturales deben hacer lo posible por salvarla.
En los 14 años desde que salieron los libros y las películas, las críticas han sido duras. Amantes del cine y de la lectura, críticos profesionales y amateurs, e incluso otros escritores han opinado fuertemente al respecto y le han dado una reputación nada envidiable a la saga. De hecho, la primera película fue votada la peor película de todos los tiempos en Ranker (pero este es un tema para otro día). Sin embargo, cuando los libros fueron publicados, la recepción que tuvieron fue totalmente distinta y el mundo puso su mirada sobre la literatura juvenil.
Pero, ¿qué es la literatura juvenil y dónde encaja Crepúsculo?
Hablando en términos generales, la literatura juvenil es una categoría de libros escritos para personas entre 12 y 19 años de edad. Los temas y tramas varían, dependiendo del género y edad de los protagonistas, pero los libros generalmente tratan temas como el amor, la amistad, la familia, la identidad, el dinero, la escuela, la popularidad, la etnicidad propia y la muerte.
Se considera que la literatura juvenil nació en la década de 1940, cuando Maureen Daly publicó El séptimo verano (Seventeenth Summer), un libro escrito para adolescentes (especialmente mujeres) que hablaba del primer amor. Durante los 60s, casi todas las novelas escritas para adolescentes eran realistas y durante los 70s, la mayoría trataba temas de divorcio, drogas, no encajar en el grupo y la escuela. Esto cambió en los 80s, cuando comenzaron a añadir géneros como y terror, drama, al igual que temas más oscuros como violaciones y muerte. Autores como R.L. Stine y su serie Escalofríos se volvieron particularmente populares. Pero la literatura juvenil perdió popularidad en los 90s, especialmente porque había menos gente joven que en otras generaciones.
Y entonces vino Harry Potter.
¡Pero Harry Potter no es literatura juvenil! ¡Es un libro para niños!
Sí. Cuando publicaron Harry Potter y la Piedra Filosofal, la audiencia en mente eran niños, pero en realidad se hizo muy popular entre niños, adolescentes y adultos. Se dice que fue Harry Potter quien le abrió camino a la avalancha de libros para lectores jóvenes que ha salido desde entonces. Y, aunque estoy de acuerdo con que gracias a él la gente volvió a poner la mirada en la literatura juvenil, sigue siendo un libro para niños, por lo que no considero que encaje completamente en nuestra cronología.
Es así como llegamos al 2005, cuando se publica por primera vez Crepúsculo. Las primeras reseñas fueron positivas en su mayoría, elogiaban a Meyer y a su capacidad de transmitir la angustia adolescente y la tensión del primer amor. Entre lectores jóvenes, especialmente lectoras, el libro se volvió un fenómeno. Las adolescentes lo leían en todas partes, hablaban acerca de él, escribían en foros acerca de él, discutían teorías y consumían de inmediato todo lo que salía al respecto. La saga de Crepúsculo ha ganado distintos premios, incluyendo el premio a mejor libro en los Kid’s Choice Awards 2009, donde compitió contra Harry Potter. Hasta el momento, los cuatro libros han pasado más de 300 semanas en la lista de bestsellers de The New York Times y la primera película recaudó 300 millones de dólares alrededor del mundo. La saga completa ha recaudado más de 3.3 billones de dólares. Pero Crepúsculo logró una cosa más: introdujo a millones de jóvenes al hábito de la lectura.
El éxito de los libros terminó de convencer a todos de que la literatura juvenil era una categoría importante. A primera vista tenía todos temas clásicos: una joven adolescente en una escuela nueva que no es igual al resto y que se enamora de un guapo joven. Cualquier adolescente se podía identificar con eso. Podemos quejarnos todo lo que queramos, pero la realidad es que muchas de nosotras no encajábamos, o al menos nos sentíamos así. Y vamos, probablemente a la mayoría nos gustaba alguien. Pero Crepúsculo tenía algo nuevo: ese guapo joven era un vampiro, había toda una cultura de seres sobrenaturales corriendo en nuestro mundo, con órdenes secretas y guerras secretas de vampiros.
Todos en el mundo del entretenimiento querían un pedazo de eso. Los siguientes días vimos cómo surgieron series, películas y libros, todos con adolescentes al frente y, por supuesto, todos con romances sobrenaturales: Vampire Diaries, Cazadores de Sombras, Teen Wolf, etc.
El éxito de Suzanne Collins y su saga, Los juegos del hambre, comenzaron una nueva ola de literatura distópica y le aseguraron a la literatura juvenil un lugar en cada librería. Gracias a eso, ahora tenemos cientos de historias, temas, géneros y autores para escoger, y el éxito de la categoría le ha permitido a más escritores y escritoras contar historias más diversas que están dando el salto a la pantalla grande, y el mundo es más rico por eso.
Ahora, no estoy diciendo que Crepúsculo es el único responsable de la diversidad y riqueza que vemos hoy en día en la literatura y el cine juvenil. Tampoco estoy diciendo que Meyer es casi una Tolkien que reinventó el género completo. Lo que estoy tratando de decir es que, nos guste o no, estemos o no de acuerdo con algunos de los mensajes de la historia (y hay mucho para criticar), tiene un lugar importante en la evolución de la literatura. Crepúsculo es frecuentemente ignorado por su reputación de “libro malo”, pero para eso estamos aquí, en la Zona Crepúsculo, para releerlo y para encontrar su lugar.