Gracias a uno de los pequeños escándalos que hay a diario en Twitter, las palabras “whitexican” y racista otra vez andan en la lista de trending topics. Se podrán imaginar que el asunto fue que una persona le dijo whitexican a otra y esta última acusó a la primera de racismo. Se armó una discusión y el actor, escritor y conductor de radio, conocido también por hacer la voz del personaje de Marvel, Rocket Racoon, en español, Sergio Zurita, decidió dar su humilde opinión en un tuit que no solo causó revuelo, sino que llegó a mi timeline gracias a la cuenta Cosas de Whitexicans, la cual siempre anda involucrada en alguna mini-controversia de Twitter.
El tuit es el siguiente:

La palabra «Whitexican» puede o no gustarnos. Podemos o no estar de acuerdo sobre si es discriminatoria. Podemos discutir sobre qué tan adecuado es su uso. Lo que no podemos hacer, especialmente como personas blancas, es victimizarnos. Menos cuando lo hacemos de esta manera tan irresponsable e impertinente.
Vamos a desempacar todo lo que hay en este desafortunado tuit, que además fijó en su perfil de Twitter, como si fuera algo de lo que se puede estar orgulloso.
Nos dicen “whitexicans”. Somos blancos y fuimos a escuelas de paga.
A un «whitexican» no se le dice «whitexican» por ser blanco. (Aquí es donde entra el argumento sobre la inexactitud del término). Para ser llamado «whitexican», uno tiene que presentar ciertas actitudes y pensamientos relacionados con una inconsciencia de clase, discriminación a grupos que considera o que de una u otra forma trata como inferiores, prejuicios basados en su nivel socioeconómico, etc.
No podemos protestar, porque “el racismo inverso no existe”
Pueden protestar el que se les diga whitexican. Tienen toda la libertad de hacerlo. Lo que no pueden hacer es acusar de racismo. Podrá ser prejuicio y discriminación, pero no es racismo. Entendiendo el racismo como algo sistémico donde un grupo históricamente ha oprimido (y/o sigue oprimiendo) a otro y todavía se viven las consecuencias de esa opresión, el racismo inverso, efectivamente, no existe. Las personas que tenemos una tez más blanca no conocemos ese racismo, ya que las oportunidades de trabajo, de vivienda, el acceso a salud o servicios no nos son negados por ser de tez blanca. El decir que alguien blanco tiene privilegios no es decir que no tiene problemas; es decir que su color de piel no es una de las razones por las cuales tiene problemas.
“El racismo inverso no existe”. Eso es resentimiento.
Decir que “el racismo inverso no existe” no es resentimiento. Basándonos en la definición anterior de racismo, es un hecho. Decir verdades que le incomodan a la gente en posiciones de privilegio no es ser resentido. Lo que es más, yo pienso que las acusaciones de celos o resentimiento hechas a la ligera dicen más sobre la persona que las hace.
En 1934, en Alemania, sólo una raza era la buena.
Aquí es donde Sergio empieza a trivializar.
Sí, en la Alemania del Tercer Reich había una “raza” (en comillas porque raza es un concepto social, no biológico) considerada superior: la mal llamada, raza aria. Pero el que fuesen específicamente los blancos rubios de ojo azul, los escogidos como los «de buena raza» no fue aleatorio. Hay un contexto histórico detrás de ese pensamiento, son siglos de imperialismo y colonialismo. El imperialismo europeo se encargó de establecer la percepción de superioridad, en parte, en base al color de piel y esta ideología se reprodujo durante siglos, arraigándose a la consciencia social. Entonces, no es como que Hitler despertó un día y dijo, “¿Saben qué? Los arios somos bien preciosos.”
¿Qué tiene que ver esto con los whitexicans? En realidad nada. Sergio no está haciendo la comparación de los blancos de la Alemania bajo Hitler con los blancos acusados de ser whitexicans. Parece que está diciendo que el decir whitexican es afirmar que la gente morena es mejor y que los nazis creían que los blancos eran mejores, ergo gente que dice «whitexican» = nazi. Pero ya vimos que, en realidad, eso no tiene sentido.
Los judíos, que tenían dinero, se volvieron el blanco del resentimiento.
¡Ajá! Ya salió el tropo antisemita.
Sergio, no estando satisfecho de haber insinuado que quien le dice whitexican es equiparable a un nazi, decide equiparar a las personas acusadas de ser whitexican con los judíos europeos de la primera mitad del siglo XX.
Vamos por partes:
Una persona blanca de clase social media alta o alta no es equiparable con un grupo étnico que ha sido víctima de opresión, discriminación, segregación y genocidios durante milenios.
La percepción de que todos los judíos siempre tienen dinero es un estereotipo antisemita viejísimo que se remonta a principios del milenio pasado, cuando en Europa, los judíos tenían prohibido participar de forma normal en la vida pública y no tenían permiso de trabajar en lo que sea. Entre sus únicas opciones estaban los trabajos que tenían que ver con finanzas, como ser prestamistas. Es decir, el antisemitismo de aquella época los orilló a trabajar en cosas directamente relacionadas con el dinero y fue el antisemitismo mismo el que caricaturizó esa relación y presentarla como el estereotipo que sobrevive hasta hoy: el del judío adinerado y codicioso.
La segregación que la gente judía ha vivido les llevó también a tener vidas más nómadas, ya que no podían quedarse mucho tiempo en un solo lugar sin ser violentadas, y a pedir dinero para sobrevivir. En el Siglo XIX, otra caricatura común era la del judío mendigando. Para 1934, la gente judía no era particularmente adinerada, ni tenía ningún tipo de poder político en Alemania, por lo que es mentira que «los judíos tenían dinero». La idea de que todos los judíos tenían dinero y por eso los resentían fue propagada por los nazis para justificar la discriminación, segregación, el despojo y el genocidio que vinieron después.
Entonces, cuando Sergio Zurita, en su tristísimo intento de victimizarse, dice que “los judíos ya tenían dinero”, está haciendo uso de los mismos estereotipos antisemitas y perpetuando ideas propagadas por los nazis.
Aguas
El tuit cierra con un su advertencia, su «no se vuelvan nazis». Como si fuera válido y/o pertinente comparar un término principalmente utilizado para denunciar actitudes negativas de un grupo privilegiado con los milenios de antisemitismo y opresión que ha vivido la gente judía. Como si alguien diciéndole cosas que le duelen en su tremendo ego pudiera ser comparado con uno de los genocidios más grandes de la historia moderna.
Pero Zurita no está solo. Si algo se ha visto, es que es muy fácil para la gente en posiciones de más privilegio victimizarse para tratar de evitar ser confrontadas por sus actitudes. Dicen que su libertad de expresión está siendo atacada, que están recibiendo ataques racistas y en algunas ocasiones, la victimización llega a tal grado que terminan viéndose en películas como la de Michel Franco (Nuevo Orden) e insinuando que su situación podría desencadenar en un nuevo holocausto. Interesante también es que, cuando alguien que vive opresión alza su voz para clamar justicia, generalmente son esas personas quienes le acusan precisamente de querer victimizarse.
La gente que utiliza argumentos así, no solo está evidenciando su ignorancia o demostrando lo lejos que están dispuestos a llegar en su victimización con tal de que no les digan cosas que les incomodan. Esos argumentos trivializan uno de los problemas más antiguos, más pertinentes y más peligrosos que existen.
Va de nuevo: podemos debatir sobre si el término whitexican es atinado, útil o discriminatorio, podemos buscar términos diferentes. Lo que no podemos hacer es caer en falacias como la de «es resentimiento nazi solo porque yo fui a escuela de paga». Decir cosas así ni viene al caso, ni sirve más que para trivializar y poner en peligro a la gente que sí está lidiando con ataques antisemitas y racistas.
Algunos links recomendados:
Especial agradecimiento a René Muschter, quien tiene los conocimientos y el historial académico y siempre puede aportar cuando hablamos de Alemania durante las dos Guerras Mundiales.