Siempre me ha gustado la literatura gótica.
Incluso antes de saber qué era o cómo se llamaba, me gustaba. Estaba en primaria, cuando leí una versión corta de El Fantasma de Canterville, de Oscar Wilde, y recuerdo leerla con una fascinación que no sentía cuando leía otros cuentos o versiones cortas de historias más largas. Estaba cautivada.
Más adelante, cuando tenía unos once años, leí El Retrato de Dorian Gray y a la fecha es el único libro que he leído tres veces y en tres ediciones diferentes. Me gustan la historia y la forma en la que está escrito, pero sobre todo me gusta cómo usa elementos sobrenaturales, me gustan sus extremos, sus emociones intensas y su comentario social. Esas son las cosas que me hacen regresar una y otra vez al libro.

En pocas palabras, es lo gótico, lo que me hacer regresar al libro.
Desde entonces he leído varios libros que pertenecen al género gótico o tienen elementos góticos. He leído clásicos como El extraño caso del Doctor Jekyll y el Señor Hyde, Frankenstein, Dracula, Cumbres Borrascosas, Jane Eyre, Siempre Hemos Vivido en el Castillo, y ficción gótica más reciente como O’Caledonia y Hotel World.
La literatura gótica es conocida por sus elementos sobrenaturales y oscuros, por tratar temas como la muerte y los extremos. Enfatiza las emociones intensas y lo «extraño», aquello que parece familiar, pero que tiene algo extraño e incómodo.
Algunas características incluyen:
- Una casa grande o un castillo, como el castillo del conde Drácula o la casa vacía y oscura de Ebenezer Scrooge;
- un ambiente de misterio en un lugar lejano y violento, como el Ártico, donde Víctor Frankenstein le cuenta a Robert Walton la historia de su criatura;
- aislamiento, como el encierro de Jonathan Harker en Drácula, o el aislamiento de las hermanas Blackwood en Siempre Hemos Vivido en el Castillo;
- algún tipo de maldición sobrenatural, tormento o enfermedad hereditaria, como la tortura de Heathcliff en Cumbres Borrascosas o el retrato de Dorian Gray.
- emociones extremas como la angustia, depresión, paranoia, erotismo, y deseos sobrenaturales;
- duplicación o repetición, como Catherine Earnshaw y Catherine Linton en Cumbres Borrascosas, o las mismas situaciones repitiéndose a través de varias generaciones.
También hay muchos ejemplos de ficción gótica en el cine. La cumbre escarlata de Guillermo del Toro es un ejemplo reciente. Rebecca, la película de Netflix del 2020, también es un ejemplo de romance gótico, aunque escuché que es una adaptación bastante mala, entonces no la he visto.

Así que cuando vi que una autora llamada Silvia Moreno-García estaba a punto de publicar un libro llamado Mexican Gothic, en español, Gótico, quedé intrigada. El libro salió en el 2020, pero no fue sino hasta el 2021 que lo pude comprar y leer. No sabía nada al respecto, solo sabía que se llamaba Gótico y supuse que tendría elementos del género.
Gótico cuenta la historia de Noemí Taboada, una joven de la Ciudad de México, quien después de recibir una carta extraña y alarmante de parte de su prima Catalina, decide viajar a un pequeño pueblo en el estado de Hidalgo para averiguar qué está pasando. Catalina se acaba de casar con Virgil Doyle, un misterioso hombre inglés que forma parte de la familia Doyle, dueños de una mina en Hidalgo y habitantes de la mansión inglesa, High Place, la cual se encuentra cerca de la mina y de un viejo cementerio inglés. Como es de esperarse, Noemí pronto descubre que hay más detrás de las paredes de High Place y de lo que sus anfitriones aparentan.

Este libro me gustó mucho.
Situado en los años cincuenta, presenta un retrato de lo que la vida era para una joven adinerada de la ciudad y lo llena de elementos típicos de una novela gótica. Lo tiene todo: la gran casa misteriosa, el lugar aislado, los sonidos y visiones extraños, el secreto de familia, las historias de fantasmas y las grandes emociones.
Leí una reseña en Goodreads de alguien que dijo que no le había gustado porque no estaba pasando nada, pero creo que la persona estaba pensando en términos de trama y por eso estaba ignorando algunos temas interesantes del libro.
«Una de las fuentes de inspiración para la novela es un pueblo localizado en el centro de México, en el estado de Hidalgo, llamado Real del Monte […]. Fue un pueblo minero durante mucho tiempo y a partir de 1800, las operaciones de minería fueron tomadas por gente británica y se le conocía como Little Cornwall (Pequeño Cornwall). Tiene un estilo arquitectónico muy particular, está en lo alto en la montaña y tiende a ser un lugar frío. También tiene una época de lluvias muy intensa y tiene mucha neblina. Y porque el pueblo fue minado por ingleses, tiene un cementerio inglés, el cual pude visitar.»
Silvia Moreno-García para EW, traducción mía.
La posición de Noemí como una joven rica de ascendencia mazateca tiene implicaciones interesantes sobre su posición en la sociedad. El dinero de su familia le abre muchas puertas que no habrían sido accesibles para otras mujeres de la época, pero el ser joven y soltera también hace que muchos hombres constantemente la subestimen y no tomen en cuenta sus opiniones. Lo que es más, el ser mazateca la convierte en una «curiosidad exótica» a los ojos de los ingleses racistas a su alrededor y la novela constantemente está haciendo comentarios sobre el neocolonialismo, el racismo, la eugenesia y el concepto del mestizaje, que es esa idea problemática y dañina de que en México, como en otros países latinoamericanos, no hay «razas», sino que todos son parte de «la raza mestiza».
Por supuesto el libro tuvo aspectos que no me encantaron. Hay un romance, por ejemplo, que se siente un poco fuera de lugar. El romance es un elemento común en la ficción gótica, pero siento que podría haber sido desarrollado un poco mejor. También hay uno que otro personaje que pudo haber sido más que solo «bueno» o «malo». A mi parecer, a algunos personajes les falta un poco de profundidad. Nada de esto evitó que disfrutara leer el libro.
En pocas palabras, esta fue una lectura rápida y muy agradable. Disfruté la historia y quiero de leer más de Silvia Moreno-Garcia en el futuro. No había leído literatura gótica en un par de años y este libro me recordó lo mucho que me gusta.